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El País del Humo: de Sara Gallardo

El País del Humo, de Sara Gallardo

Sentarse bajo un árbol y leer El país del humo es una idea de la felicidad que tengo, y si ese árbol es un ombú podemos multiplicar esa felicidad por tres o por cuatro.

No penséis mal de mí, pero nunca leí todos los cuentos de El país del humo porque no quiero que se me gaste, y porque serían demasiadas imágenes poderosas y demasiada tristeza leídos todos juntos. Algunos cuentos los leí sólo una vez, otros muchas, muchas veces (me doy cuenta porque me sé algunas de las frases de memoria), otros no los he leído jamás; de vez en cuando elijo uno y lo leo despacito, deslumbrada.

El País del Humo, un libro lleno de desolación

El país del humo es un libro lleno de desolación y de solitarios, de gente que anda por fuera de las cosas, de inusuales; es un libro que habla de un campo americano que seguramente dejó de existir, el campo de los que vinieron de muy lejos o de los que ya estaban ahí, tan viejos y enraizados como los ombús a la tierra. Sara Gallardo me enseñó a ver el campo de acá de cierta manera y ya no puedo quitarme esa manera de verlo de los ojos.

El campo de Sara es triste, hermoso, tiene muchos años, se cruza a caballo y no hace falta que haya plantado nada en él. El campo de Sara es de una argentinidad que seguramente también dejó de existir y quedó enterrada en el humo y el polvo de las distancias enormes, en el país profundo y verdadero de los desacomodados y de los raros que lo construyeron, de las mujeres demasiado fuertes para quedarse en casa, de los que cuando llegan a la ciudad se asfixian y hacen cosas extrañas como irse a vivir a lo alto de la araucaria del parque.

Nadie escribe como Sara Gallardo, nadie cincela el lenguaje como ella. Hay una cualidad que ella misma llama masculina en su manera de escribir, y que para ella significa escribir con rigor y fortaleza. Sus líneas tienen muchos mundos por dentro, y al mismo tiempo son precisas, a veces caen como un martillo (antes dije cincel y ya me estoy pasando con las herramientas) y otras poseen una sutilidad espiral y plástica de la que muy pocos escritores pueden presumir. Poesía, se llama en mi tierra, pero seguro que esa palabra os espanta.

El País del Humo, de Sara Gallardo

Reseña del libro

Sara Gallardo perteneció a una de las familias más patricias de la Argentina y quizá por eso quedó relegada incluso en su propio país: le reprochan el acomodo. Nieta de Ángel Gallardo y tataranieta de Bartolomé Mitre, que antes de nombres de calles fueron señores con bigote, terminó siendo una espléndida cronista (si alguien sabe dónde puedo encontrar los artículos que escribió para La Nación durante sus años europeos le agradeceré para siempre) y uno de los mejores escritores de América del Sur (lo pongo en masculino en su honor).

Leed todo lo que podáis de ella, su obra no ocupa muchas páginas pero te regalo el peso específico.